Invocación y evocación

La invocación y la evocación son dos partes muy importantes dentro de la brujería y la magia. Estos conceptos son muy similares, pero también son muy diferentes en muchos aspectos, y deben ser entendidos, para que a la hora de trabajar con ellos la práctica sea eficaz y de acuerdo a la intención. Estas palabras son muy usadas pero parece que no son entendidas. Estas palabras provienen del latín "vocare", que es una palabra que significa llamar. La mayoría de las veces, dependiendo de lo que el practicante está conjurando, normalmente terminará decidiendo, si van a usar una invocación, o evocación y cual convendría mas emplear. Para aprender más acerca de estos términos, debemos examinarlos más de cerca.
Invocación:
La invocación es el acto de llamar  al interior de ti. Cuando se usa la invocación, lo llamado, sea energía, elementos, espíritus, o deidades (para quien trabaja con ellas) se asienta dentro de ti. Tú te sujetas a él. Esto se usa principalmente para energías, espíritus y deidades en las que se les confía dominio sobre o contigo. Es el acto de invocar, y dejar que las energías, y las construcciones interactúen con tu ser. En una invocación, el constructo que se invoca suele ser pedido que su energía y / o su apoyo sea llamado al practicante, y generalmente no es un llamado para que se manifieste. La invocación también se usa a veces para referirse a la llamada de entidades "superiores".
Evocación:
La evocación es el acto de llamar algo al exterior de ti. En la evocación diriges el poder sobre lo que convocas. Esto se hace principalmente con los espíritus que son hostiles, que no se puede confiar, o no sabes demasiado sobre ellos, aunque se puede hacer con otras entidades que no encajan en esas categorías, como elementos, que son tan grandes que no los podrás contener ni comprender a plenitud. Lo más probable es que en una evocación se utilice algún tipo de contención para mantener la entidad bajo control y restringida mientras se comunica con ella. Estas entidades también serán liberadas y enviadas al final del ritual de evocación o llamado. En una evocación el constructo está llamado a manifestarse frente al practicante, donde la entidad permanece separada e independiente del practicante. La evocación también se utiliza a veces para referirse a la llamada de entidades.